3 Porque este es el amor de Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son penosos.

4 Porque todo aquello que es nacido de Dios vence al mundo: y esta es la victoria que vence al mundo, nuestra fe.

5 ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?