25 Vosotros sois los hijos de los profetas, y del Pacto que Dios concertó con nuestros padres, diciendo a Abraham: Y en tu Simiente serán benditas todas las familias de la tierra.
26 A vosotros primeramente, Dios, levantando a su Hijo, Jesús, lo envió para que os bendijese, a fin de que cada uno se convierta de su maldad.