1 Y orando Esdras y confesando, llorando y postrándose delante de la casa de Dios, se juntó a él una muy grande multitud de Israel, hombres y mujeres y niños; y lloraba el pueblo con gran llanto.

2 Entonces respondió Secanías hijo de Jehiel, de los hijos Elam, y dijo a Esdras: Nos hemos rebelado contra nuestro Dios, pues tomamos mujeres extranjeras de los pueblos de la tierra; mas hay aún esperanza para Israel sobre esto.