18 Todo el pueblo consideraba las voces, y las llamas, y el sonido de la trompeta, y el monte que humeaba; y viéndolo el pueblo, temblaron, y se pusieron de lejos.

19 Y dijeron a Moisés: Habla tú con nosotros, que nosotros oiremos; y no hable Dios con nosotros, para que no muramos.

20 Entonces Moisés respondió al pueblo: No temáis; que por probaros vino Dios, y para que su temor esté en vuestra presencia para que no pequéis.

21 Entonces el pueblo se puso de lejos, y Moisés se llegó a la oscuridad en la cual estaba Dios.