37 Mas en el postrer día, el día grande de la Fiesta, se puso de pie y clamó, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba.

38 El que cree en mí, como dice la Escritura, ríos de agua viva correrán de su vientre.

39 (Y esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; porque aún no era dado el Espíritu Santo, porque Jesús aún no era glorificado.)