11 No deseches, hijo mío, el castigo del SEÑOR; ni te fatigues de su corrección;
12 porque el SEÑOR castiga al que ama y quiere, como el padre al hijo.
11 No deseches, hijo mío, el castigo del SEÑOR; ni te fatigues de su corrección;
12 porque el SEÑOR castiga al que ama y quiere, como el padre al hijo.