11 Has tornado mi endecha en baile; desataste mi cilicio, y me ceñiste de alegría.
12 Por tanto a ti canté gloria, y no callé; SEÑOR Dios mío, te alabaré para siempre.
11 Has tornado mi endecha en baile; desataste mi cilicio, y me ceñiste de alegría.
12 Por tanto a ti canté gloria, y no callé; SEÑOR Dios mío, te alabaré para siempre.